Vivimos en un mundo cada vez más volátil, incierto, complejo, digital y que evoluciona vertiginosamente. Los efectos de una crisis meteorológica, sanitaria, política o económica, un conflicto armado o un descubrimiento tecnológico en un lugar lejano, pueden producir grandes cambios en nuestra vida. En este contexto, es esencial entender la realidad como un todo integrado, en el que cualquier decisión puede influir en entornos aparentemente sin relación.
En el ámbito formativo en los últimos años, la educación superior se ha centrado en la acumulación de conocimientos específicos; se profundiza en una ciencia, pero se desconocen las demás, lo que dificulta tener una visión completa sobre la realidad. En este contexto, es esencial formar profesionales con una visión 360º capaces de hacer frente a este nuevo entorno.